Fernando Sanz De Miera,
estudiante en el Teologado Salesiano, amigo de Jesús Arambarri, y convecino
durante unos años nos ha enviado el siguiente poema y nos invita a que
aprendamos a ser críticos con nosotros mismos, pues este parón de nuestras
vidas, nos ayuden a ser más conscientes de lo que somos, queremos ser y
conseguir.
Y que aprendamos a ser críticos, CONSTRUYENDO
SIEMPRE
FELIZ COMIENZO DE ABRIL
Yo no entiendo nada,
yo
solo sé que no sé nada,
pues
atrás se quedan las palabras
vacías
de contenidos,
de
reflexiones ausentes (carentes) de realidad.
Cuando
la Naturaleza se ha cansado
de
tantos abusos deshonestos,
cuando
se han dañado tantos valores
que
el ser humano en su afán de prepotencia
se
cree el dueño del bien y del mal,
cuando
de uno a otro confín de la tierra
se
ignora el respeto de las cuatro estaciones,
nos
llegan esas heridas en forma de virus contagioso.
Y
mientras tanto en nuestra soledad de las cosas
todavía
seguimos infravalorando el poder del viento,
el
poder del mar embravecido y el universo dolorido.
Ahora
nos sentimos tiernamente conmovidos,
desde
nuestros aislamientos en barrotes de hormigón,
ahora
aplaudimos en forma de optimismo liberador
a
tantas personas generosas, que por obligación
o
generosidad, se entregan a todo un bien común.
Y con
ello acallamos nuestras tristes conciencias
de
nuestro bienestar de instalados inconscientes,
porque
a pesar de los pesares, detrás de nosotros,
siempre
habrá injusticias manifiestas de poderosos tiranos
y políticos
instalados en sus jaulas de oro, que bañados
en su
bienestar de justicias desiguales, seguirán construyendo
un
mundo a sus medidas de eternos salvadores de la Patria.
Tan
solo me quedo con el pueblo sencillo, con las personas
que
sufren calladamente la impotencia de tanta sinrazón.
Que
padecen e intentan conquistar desde la rutina de sus silencios
los
desmadres de tantos poderosos amos, que hipócritamente
viven
en sus democracias del ordeno y mando.
Fernando Sanz De Miera