SUFRIDORES DEL NUEVO EMPEZAR DE NUESTRA HISTORIA
Hace ya algunos años que una "calabaza”,
en un programa televisivo, era capaz de hacer historia (de la buena)
hipnotizando, semanalmente, a millones de españolitos encadenados y pasotas ante
los televisores. Por aquellos entonces llevarse un haiga, en el concurso, era
lo más de lo más. El señor Chicho Ibáñez, personaje muy hábil en televisión,
introdujo en el programa de la Ruperta un nuevo reclamo: los sufridores. Una pareja que veía lo que hacían otras, pero no
podía intervenir.
Esa misma actitud he mantenido al escuchar,
en estos días de cansancio invernal, a varias personas, declaraciones sobre
hechos acaecidos en el Puente de Ladrillo, y que me han llenado de alegría
después de un breve periodo de reflexión.
Nuestros mayores nos contaron que ya
en la primera mitad del siglo XX existieron en el Puente de Ladrillo las Juntas
- cuando no había iglesia- , que a partir de la década de los 60 y principios
de la de los 70 algunos jóvenes del barrio, junto a universitarios, mantenían
reuniones clandestinas..., que se iban a estar con amigos madrileños..., que estaban
"fichados", que eran muy hábiles saltando tapias cuando veían un seat
negro y que en alguna ocasión fueron retenidos... ,que eran amigos de curas vascos,
que aguantaron putadas y otras
menudencias.
Sin embargo, ahora, en 2023, podemos decir que todo lo anterior no sirve. Ya era hora que los imitadores de los nuevos
desenterradores de la memoria histórica nos liberaran de tanto chismorreo del
movimiento asociativo en Puente de Ladrillo. De ahora en adelante hemos de
afirmar que el movimiento asociativo en Puente Ladrillo se puso en marcha sin darse cuenta.
Con un renglón es suficiente.
También es de agradecer que algunas
personas hayan eliminado a la mayoría de los curas que han pasado por el barrio,
con Heliodoro, Antonio, Juan Andrés y Tomás es más que suficiente. Eliminemos,
que son muchos, a los Jesús (antes de ser de Pizarrales), Eduardo, José Manuel,
Manolo, Bernardino, Joaquín, Cosme, Jesús, Pepe Bueno y a los salesianos que se
ordenaron.
El quitar años es otra manera eficaz
de simplificar la historia del Puente de Ladrillo. Anulamos los años 60,61,62 y
63 para comenzar en el año 64. Así resulta mucho más fácil de aprender.
Como diría el historiador ateniense
Tucídides:
La historia de Puente de Ladrillo es un
incesante volver a empezar.
Angelines