Antonio Romo.

Un mural de Vida compartida.

Tus mejores mayordomas:
Flori, Magdalena, Manola y Mere.

Flori, Ángel, Vega y Javi

Querido Antonio:

Te has ido sin hacer ruido a pesar de tu larga enfermedad.

Como me decías el otro día, de Pascua de Resurrección a Pascua de Pentecostés, para terminar en tu verdadera Pascua.

¿Cómo no quererte?, siempre atento a los demás, preocupado por sus problemas, que tú hacías más llevaderos y, alegrándote de sus logros.

¡ Y con los niños de la "guarde"! ¡Qué recuerdos!

Todas y cada una de las que pasamos por allí, podíamos decir mil anécdotas, que tú disfrutabas y te reías cuando te las contábamos.

Hoy me acuerdo especialmente de "Diego" (¿te acuerdas del reloj?), seguro que ya te lo has encontrado junto al Padre y le habrás sonreído.

Gracias por tu vida y como dice la canción:

"HERMANO, MAESTRO, AMIGO, TÚ ME ENSEÑASTE A VOLAR" y mejor a aterrizar en las cosas importantes de la vida.

Intercede por todas las que pasamos por la "guarde" y te llevamos en nuestro corazón.

Hasta siempre.

"Las de la guarde"

Manoly (Mvto Junior)

Siempre estarás con nosotros acompañándonos con tu eterna sonrisa. No sabes cuanto te echamos ya de menos. Hasta siempre buen amigo.

Conchi

Juani

Acabamos de leer que ha muerto Antonio Romo. Estamos fuera.

Lo sentimos de corazón. Es imposible acompañaros. Nuestro pésame más sentido.

Cipri .

Ex procurador de las Cortes, ex alcalde de Béjar y amigo del barrio de Puente de Ladrillo.

Como no voy a entender la parábola del buen samaritano si estuve en la casa de Antonio Romo, donde había migrantes heridos de todas las nacionalidades.

Como no voy a entender la parábola del hijo pródigo si estuve en la casa de Antonio Romo y vi como los acogía como el padre que perdonaba después de caer.

Como no voy a entender las bienaventuranzas si he tenido la suerte de conocer a Antonio Romo y ver como las practicaba con los demás con su vida.

Como no voy a entender la multiplicación de los panes y los peces si compartí encuentros y reuniones con Antonio Romo y aparecía con fruta, quesos...

Como no voy a entender que el evangelio de Jesús es compromiso, es alegría, es compartir, es sumar talentos, es solidaridad, es estar sin condiciones ni intereses personales, es entrega incondicional, es volver a intentarlo,... si conocí a Antonio Romo.

Como no voy a entender las curaciones de Jesús si aún recuerdo el abrazo y el acompañamiento que me dio Antonio Romo en 1994 en el tanatorio del ambulatorio.

Mi más sentido pésame para la familia y Paco Buitrago compañero incansable. Pero estoy seguro que todos los que compartimos algo contigo, hoy no solo estamos tristes, también estamos alegres de haberte conocido.

Gracias Antonio y descansa en paz.

Julio (Educador y militante cristiano)