sábado, 18 de julio de 2020

18 de julio.


FIESTA DE LOS CASADOS

EN PUENTE DEL LADRILLO


La construcción del Puente del Ladrillo exigió a sus primeros habitantes cubrir las necesidades básicas como el agua y la luz. El Ayuntamiento de Salamanca desde el primer momento no quiso saber nada de las justas demandas de esas personas que para la Institución municipal "eran de las afueras".

Los vecinos buscaron soluciones a las necesidades. La rivera del río Tormes se fue convirtiendo en un recurso imprescindible para lavar la ropa, para la higiene, para pescar... y también para divertirse. Se inventaron las fiestas de los casados y la de los solteros.
A la finalización de la Guerra Civil, aprovechando las fiestas obligatorias del 18 y 25 de julio, se asociaron las Fiestas de los Casados al día 18 y la de los solteros al día 25 (Festividad de Santiago)-

Durante algunos años íbamos al "paraje de Falange", que en realidad era el Arenal del Ángel, y que en la actualidad está ocupado por el Camping Don Quijote en el que se puede disfrutar de la naturaleza y de una excelente atención personal por parte de los trabajadores de dicha instalación-
En ambas fiestas se iba el día anterior y se reservaba una extensa zona. Con grandes sogas atadas al tronco de los chopos quedaba acotada la "parcela" para las personas del Puente del Ladrillo.
El día de la fiesta, desde horas muy tempranas, grupos de adultos, jóvenes y niños caminaban alegres por la vereda que había junto a la vía del ferrocarril. Algunos años después se utilizó el carro del señor Esteban con tracción animal (el burro Navarro). Y años más tarde fue Nino que con su camión repleto de niños y adultos mezclados con barreñones, barreños, cazos, espumaderas, sartenes, cazuelas, platos.. colaboró y facilitó a los vecinos el acceso hasta el lugar reservado la víspera de la fiesta. Para no ser multado por la Guardia Civil, Nino se iba por el camino de Cabrerizos y dejaba a los viajeros y todos los trastos, propios de la cocina y del descanso, en el puente que pasa por encima el ferrocarril. La razón de ello era que el camión tenía más altura que el hueco del puente.

En un ambiente de alegría la gente se bañaba, cantaba y bailaba. La comida era compartida entre todos. En algunos años se cocinaron ovejas para todos y hace ya algunos años se cocinó una vaquilla. El señor Felipe con su gaita y tamboril era un excelente dinamizador de la fiesta (y no tenía titulo de animador cultural ni le pagaba el Ayuntamiento). Los cocineros, normalmente eran Argimiro y Juan Antonio, se encargaban de preparar exquisitos guisados.

De regreso al Puente del Ladrillo se organizaba un baile frente al bar de la señora Amalia (Bar de Maguí), más o menos dónde hoy hay un triste y patético parquecillo. La orquesta estaba formada por Pepe (batería), el "Manco" (Trompeta), Monto (Acordeón) y el señor Jesús (Saxofón). Años más tarde actuaría Pelayo, tocando la batería. La velada duraba hasta altas horas de la noche en un ambiente familiar y de gran contento.

Como homenaje a todas las personas que hicieron posible Puente del Ladrillo, hoy adjuntamos una fotografía de Pelayo y su hermano José, ya fallecidos.



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